Luego de tormenta viene la calma. Eso es precisamente lo que parece que ha llegado a la vida de la infanta Cristina, a quien en su última aparición se le vio de lo más contenta y feliz, no es para menos, ya que la hija del rey emérito Don Juan Carlos disfrutó a lo grande de un partido de balonmano de su hijo, Pablo Urdangarin.
Esta vez fue el turno de la hermana del rey Felipe de acudir a un partido, el pasado fin de semana, fue Iñaki Urdagarin, quien desde las gradas apoyaba al equipo de su hijo.
La infanta Cristina, a juzgar por las imágenes difundidas por la prensa española, parece que ya está retomando su vida con calma tras la separación de su marido.
En el partido del Barça y el SG Flensburg Handewitt, la infanta animó desde las gradas del Palau Blaugrana. Al finalizar el encuentro abrazó y felicitó cariñosamente a su hijo.