Los reyes de España aparecieron este lunes en su primer evento en conjunto desde que Felipe diera positivo a covid-19.
La reina Letizia y el rey acudieron la gala por el V Centenario de la muerte de Antonio Nebrija, una cita que dejó algunos gestos de complicidad entre la pareja y también regaló un momento inesperado captado por la prensa.

Para la cita, la reina Letizia optó por lucir sobria y elegante y echó mano de un vestido midi en color negro de la firma Emporio Armani.
La prenda, que estrenó en 2018 para asistir a los Premios Princesa de Asturias, está adornada con un volante en la cintura y una abertura lateral en la falda, esa misma abertura casi le juega una mala pasada a la reina, y es que justo cuando iba a subir un escalón, la falda se abrió y dejó ver más arriba de su muslo derecho, un atrevimiento considerando lo discreta que es doña Letizia con su vestuario.

Sin embargo, más allá del momento, que pasó desapercibido para muchos, la reina brilló en todo su esplendor. Combinó el vestido con unos hermosos salones negros de Manolo Blahnik y una cartera de Bottega Veneta.
Su estilismo consistió en llevar su cabello suelto con unas ligeras ondas en las puntas.
